Fernanda Reinoso
(4 de Septiembre de 1994)
Ecuador
Mi nombre es Fernanda Reinoso, soy diseñadora gráfica industrial y escritora aficionada, soy apasionada, perseverante y perfeccionista, me gusta disfrutar y hallar la magia entre los efímeros momentos y las cosas simples de la vida. Siempre intento aprender de todas las experiencias y dejar una parte de mi corazón en las cosas que hago.
En un mundo que muchas veces es gris e imperfecto deseo inspirar o ser luz en la oscuridad de otros y dejar mi profunda huella de color, diseñando, soñando y amando, desde el claroscuro, desde lo dulce y lo amargo, desde lo real y lo fantástico, distinguiendo lo importante entre lo mundano y despertando la magia de la fantasía en la realidad, mientras aspiro a poder tocar corazones y alcanzar el camino a la felicidad.
Pienso que a pesar de que somos un diminuto grano de arena en la escala universal, nuestras acciones pueden trascender y mejorar esta realidad, por ello nuestras vidas son importantes y nuestras decisiones tienen trascendencia en diferentes escalas. Mi enfoque tiende a ser desde la oscuridad hacia la luz, es decir que intento ver los diferentes ángulos de una situación, sin ignorar los aspectos negativos, que son de hecho, los primeros que analizo, porque me permiten contrastar con los positivos y valorar hasta el destello más pequeño. En pocas palabras siempre intento hallar el haz de luz que florece entre las tinieblas de la existencia, reconociendo la delicada perfección del contraste en el universo y la dualidad del ser, porque considero que en el corazón de todo ser humano existe claridad y sombras, sin embargo, siento que existimos para aprender y perfeccionarnos con el fin de que la luz que proyectamos y le ofrecemos al mundo, sea mayor que nuestra oscuridad.
Dentro de mi filosofía de vida incluyo al Kintsugi y la leyenda del pez Koi, pues considero que ambos temas cargan un profundo significado y aprendizaje, por ello, los tocaré levemente:
El Kintsugi es una técnica japonesa que consiste en reparar los objetos rotos, puede considerarse como una forma de encontrar la belleza en las cicatrices, lo cual me hace pensar que al igual que una taza o un jarrón, todos en algún momento nos rompemos y al encontrar la forma de repararnos nos volvemos mucho más fuertes, pero no es únicamente fortaleza lo que conseguimos, pues considero que hay belleza en el hecho de poder levantarse, repararse uno mismo y continuar con las pruebas de la vida. Además, la historia de un objeto roto que ha sido reparado es tal vez más interesante que la de uno intacto. Coincido con esta idea porque muchas veces rompieron mi corazón, pero pude repararlo y fortificarlo con la resina de la tristeza y el polvo de oro de la inspiración.
En cuanto a la leyenda del pez koi, a breves rasgos, es la historia de un pez que, pese a todos los pronósticos, obstáculos y heridas, persevera por su ferviente deseo de alcanzar la tan anhelada cima de una cascada. Después de su titánico esfuerzo, logra conseguir su objetivo y alcanza la cima de sus ideales, es entonces cuando es recompensado por el Dios del cielo, quien lo transforma en un dragón celestial. Me identifico con esta leyenda porque lucho con vehemencia por alcanzar la cima de mis aspiraciones y sueños, y porque siento que ¡soy un pez con aspiración de dragón!
Como dato adicional, aparentemente fuera de lugar, amo ver como la neblina abraza la ciudad, pienso que carga un sentimiento de nostalgia y un toque silencioso de magia y me parece asombroso cómo puede desaparecer ante la vista los objetos con su tenue abrazo. A la vez me gusta mucho la sutileza de esta palabra.
Gracias por ser parte de este sueño, gracias por leer estas líneas, espero que mis reflexiones puedan tocar y alcanzar tu corazón o tu mente, que te hagan pensar y sentir alguna emoción, que toquen un efímero momento de tu existencia, que lleven una chispa de magia hasta tu presencia. Si de alguna forma te tocan mis palabras, si de alguna forma te alcanzan mis versos, sígueme para compartirte más de mis pensamientos.